… Y LOS NOVENTA EXPLOTARON (I). HORTALEZA, 70.
1992 fue un año convulso. A finales del año anterior, había decidido irme a vivir a la sierra. Por un lado, estaba un poco saturado de la noche y de jornadas de 20 horas de Historia del Arte, sesiones de figuración, muchas horas de juerga y por supuesto, Subterfuge. Además, por esos días comenzó una pequeña pesadilla personal; y es que harto de la tensión que me provocaba que un día me llamaran para hacer el servicio social (me había declarado objetor de conciencia un par de años antes, después de múltiples prórrogas), decidí optar por el camino de la insumisión y directamente pasé de todo: ni recogía los certificados que el Ministerio de Defensa me enviaba, ni me presentaba a las convocatorias de ningún tipo, incluida una en la que me citaban para presentarme en un cuartel de Sevilla. Bastante tenía con mi día a día, como para plantearme dedicar las mañanas a una imposición arbitraria y arcaica. Eso si, imagínense el sudor frío que recorría mi espinazo cada vez que tenía que mostrar mi D.N.I. en algún estamento oficial. Afortunadamente no pasó nada, y aunque fui declarado en rebeldía, mi caso, como el otras muchas personas fue archivado.
El caso que es un día me planté en Guadalix de la Sierra, en ese momento célebre por haber sido el lugar de rodaje de la mítica obra maestra de Berlanga “Bienvenido Mr. Marshall” y no por albergar ese espeluznante bodrio catódico llamado “Gran hermano”. El alquiler por aquel entonces era mucho más barato y conseguí a una casa grande, con unas vistas increíbles…y un frio del carajo. Sumergido en una economía bastante precaria y enfocada sobre todo al sueño que era consolidar Subterfuge, antes que al de pagar el depósito de gasóleo de la calefacción; calculé mal mi desembarco en la sierra madrileña, con temperaturas de hasta 5º bajo cero. Añádele a la sensación térmica el carecer de carnet de conducir, lo que me obligaba a pegarme madrugones del tipo 4:30 AM para coger el primer autobús, y evitar el atasco de un par de horas, que siempre se organizaba en la carretera de Burgos a 10 kilómetros de la Plaza de Castilla. Así que llegaba a Madrid a las 5:30, con el metro aún cerrado, que me obligaba a pegarme unos buenos paseos matutinos hasta la oficina, por llamarla de algún modo, que teníamos en la calle Hortaleza 70, cuando el local que había debajo era “Robustiano Diez Obeso”, tienda de semillas y cuyo logo distintivo era una espiga de trigo, rodeado del lema “Un grano fui” y que al Rana y a un servidor nos dio juego durante muchas tardes de risas. Por supuesto el bueno de Robustiano y su bigotillo franquista, presidía cada día la puerta del local, de donde salía un inquietante olor a campo y tierra. Hoy es una conocida óptica de estética hipster, como tantos locales del barrio de Chueca (la imprenta de Pelayo, la cordelería de San Marcos, la cartonería de Gravina….).
Volviendo a Hortaleza 70, digamos que el aspecto era, cuanto menos, apocalíptico. Nuestros amigos de la editorial musical FUGA , formada por Gabi Peris de MALARIANS y Jose, el cantante de DELINCUENCIA SONORA, nos habían subarrendado el vestíbulo de, su ya minúscula , oficina. Estaremos hablando de unos dos metros cuadrados, que a nosotros nos parecía un loft neoyorkino de esos que veíamos en películas y revistas. En menos de un mes no había un hueco en la pared: estanterías metálicas repletas de cajas de vinilos y de carpetas ( por entonces se fabricaban por separado, de la fusión de ambos elementos surgió, como no de la imaginación de El Rana, el verbo “encalomar”), carteles de conciertos, pegatinas, recortes de “El Caso”, “Noticias del Mundo” o “Semanario de Sucesos” y todo lo que veíamos susceptible de ser parte del bodegón, que aparte de ambientar el espacio, disimulaba el precario estado de las paredes.
Si el aspecto de ésta, nuestra primera oficina, era peculiar, lo del rellano de la escalera ya era de tripi. El edificio era propiedad de un personaje, el Señor Benítez, que vestía de la misma manera durante todo el año, hiciera frío o calor: pantalón marrón oscuro de tergal, camisa en su origen blanca transmutada en una gama cromática de distintos ocres, y chaqueta de lana poblada de pelotillas que parecían adquirir vida cuando Benítez caminaba. A los zapatos de rejilla con calcetín beige, se le unía un manojo de llaves gigantesco a la cintura, cuyo tintineo anunciaba su llegada a una buena distancia. Todo esto y una copiosa capa de caspa en los hombros, conformaban el aspecto del peculiar casero del no menos pintoresco inmueble. Rozando el calificativo de ruina, por las noches empezaban a entrar homeless a dormitar , además de fauna variada a dejarse la vida a base de chutas y láminas de papel de plata. La basura se acumulaba por todos lados, y llegar a nuestro habitáculo, a las 6:00 a.m, y por supuesto sin ningún tipo de luz en el rellano, se convertía en una odisea. Menos mal que era un primero, y que a pesar del caótico aspecto, la colocación de cartones , bolsas de basura y bultos humanos, mantenían una constante ordenación, lo que hacia que en pocos días te aprendieses el camino y casi pudieras hacerlo con los ojos cerrados.
Por esa oficina pasarón muchos amigos, siempre con una litrona en una mano, a hacernos una visita y escuchar a todo trapo desde los FLAMIN’GROOVIES, a BLACK FLAG, MIRACLE WORKERS, FUGAZI, SONIC YOUTH, PUSSY GALORE, PLEASURE FUCKERS, LEMONHEADS , COMMANDO , MUDHONEY, SEX MUSEUM o CHESTERFIELD KINGS por poner unos ejemplos… Tengo en la retina la imagen de los PSILICON FLESH ocupando todo el espacio y teniendo que abrir la puerta de salida, porque no cabíamos todos. A Dalton de WIPE OUT SKATERS haciendo collages, tijera y tubo de pegamento en mano, al dibujante Ladrón dando rienda suelta a su talento psicotrópico, el Rana pergeñando el número 0 de un fanzine que nunca editamos llamado “Holocausto Subnormal” y que un día, por qué no, podríamos recuperar. A Mauro Entrialgo trayéndonos de visita al gran Juanjo Pedregrosa, que no se iba hasta que no le dejábamos entonar a capela su himno “Santander”. Allí Pablo Delacruz nos regaló el incontestable logotipo de la compañía, donde un diablo entrega un disco a un niño. Los amigos de EL DESVAN DEL MACHO, que entraron un viernes por la tarde y salieron el sábado al mediodía. Momentos delicados como la infiltración de un periodista, que haciéndose pasar por critico musical, destapo para la prensa sensacionalista que el cantante de BLACKMOON FIRE era hijo de una ministra del PSOE, una sorpresa para todos, nosotros incluidos y que supuso la disolución del grupo y desaparición de un talentoso y prometedor Vladimir de la escena, hecho que nunca entendí. Las ganas de hacer cosas, sin límites para la imaginación y rozando el surrealismo, nos hacía estar haciendo chorradas y mongoladas constantemente. Una de ellas fue instaurar un “Top Brasa”, es decir un top 10 de esas personas que se caracterizaban por su tendencia a darte el coñazo a base de charlas interminables o a hacer visitas intempestivas. La lista variaba cada semana, teniendo en cuenta los méritos de estos, y la teníamos alojada detrás del equipo de música, de manera clandestina. Había gente que la seguía, como Luis de los LOBOS NEGROS, que siempre que nos visitaba miraba de reojo como estaba la situación. También vendíamos nuestros discos y otros que traíamos de intercambio con sellos americanos como SST, DISCHORD, ALTERNATIVE TENTACLES (intercambiando correspondencia con el mismísimo JELLO BIAFRA) o europeos como TEENAGE REBEL. Como clientes fijos teníamos a El Profe, entrañable periodista radiofónico siempre dispuesto a colaborar, o a Tomas Heredero “Tomazeuski” ,que años después trabajo mucho tiempo con nosotros, y que actualmente dirige EMERGE. Allí se fraguo ese drama llamado “Subterfuge Invasion” relatado en otro post de este delirante blog, y por allí también se paseaban ilustres como Jesus Ordovás, Iñigo Munster, el ilustrador Ivan Solbes, el agitador asturiano Luis Mayo, la gente de SIESTA, Javier Almendral de VIRGENES ADOLESCENTES, Juan Bullón de TWANG CITY , Pedro Granell y el resto de los LOS ESKIZOS y muchísimos más. Conocimos el apasionante mundo del FAX y vimos salir, como el que miraba la llegada del hombre a la luna, ese papel térmico con un pedido de una tienda de Barcelona. Después se nos estropeó y durante un tiempo utilizamos el que la madre de Gema tenía en su despacho. Allí recibí la llamada por primera vez de Santi Carrillo, director de ROCK DELUXE para interesarse por nuestros lanzamientos. Precisamente ese dia, palabra, me había cruzado con el mítico dirigente comunista Santiago Carrillo por la calle y se lo comenté supongo que aderezado con alguna gracia mía. Aun hoy recuerdo el silencio incomodo durante un rato al otro lado del teléfono. Madrid meets Barcelona.
Aunque merece un post aparte, en ese cubículo de imborrables recuerdos a pesar de que el ambiente se basaba, básicamente, en una mezcla de oxigeno y humo a partes iguales; organizamos nuestro primer gran evento, THE SUBTERFUGE PARTY, germen de STEREOPARTY, donde presentamos nuestro primer disco en formato 12”, SCREAMIN`N´SHOUTIN, recopilatorio a base de temas en directo, y donde actuaron LOS ELEMENTOS, SHOCK TREATMENT, BLACKMOON FIRE, THE TOBMSTONES y LOS CLAVOS en la sala REVOLVER de la calle Galileo. Ahora, viendo el flyer, alucino, el concierto era gratuito, a base de invitaciones y los gastos corrían a cargo de la sala, cuyo interés era llenarlo para vender copas, que era su negocio….vamos, igualito que ahora, que cualquiera te cobra un alquiler desproporcionado, aprovechando la demanda de bandas y promotores.
Conocimos a la gente ZAMBOMBO PRODUCCIONES de Zaragoza: Casas, Juan Antonio, Dani Zulú, Victor, y empezamos a hacer producciones en Madrid de las bandas que traían de gira como NEGAZIONE, NO MEANS NO, ANGELOU y ¡ GREEN DAY ¡ a los que ante la falta de local, colocamos, gracias a nuestros siempre dispuestos amigos de la sala Revolver, como teloneros de THE METEORS. Una noche inolvidable que acabó muchas, muchas horas después y que por supuesto contaré. También juro que yo SI era uno de los ¿100? que estaba en el Templo Del Gato de la calle Trujillos viendo poco después a NO FX y OFFSPRING.
Como seguía viviendo en Guadalix de la Sierra, alguna vez la mugrienta moqueta de aquella oficina sirvió de lecho nocturno. Un día casi me quemo el pie con una estufilla que derritió totalmente la suela de una de mis Converse, y otro amanecí ahí, tras una desenfrenada noche de juerga, con mi amigo del alma Ramón Saraleguí. Nos despertamos, abrí los ojos, le miré, y le dije algo que me salió del alma: “¿Somos underground o no?”, aun hoy nos echamos unas risas recordándolo. Supongo que luego nos bajaríamos a tomar un café y unas porras a “La Muralla”, un tugurio donde el suelo resbalaba, las cucarachas se paseaban a su antojo, pero donde nos trataban de maravilla y nos sentíamos como en casa, escuchando en bucle las aventuras y desventuras de su camarero, Julio Gemito “El amiguete”.
Entre esas paredes se facturaron 3 o 4 números del fanzine a base de fotocopias, pegamento, tijeras, grabadora y cantidades ingentes de ilusión. También un buen montón de referencias : POP CRASH COLAPSO, WIPE OUR SKATERS, PURR, PILDORA X, VIRGENES ADOLESCENTES, 713AVO AMOR, el debut largo de LOS CANADIENSES….así hasta que un día recibí una llamada desde Asturias, era Javi Rodríguez de KACTUS JACK, que me proponía cambiar la idea inicial de sacar un EP a su banda, por hacer un Split con otro grupo de Gijón que se llamaban AUSTRALIAN BLONDE. De la mano de estos venía Roberto Nicieza, y aquí empezaba otro capítulo, importantísimo, en la historia de SUBTERFUGE…