Monopatín
El primer monopatín que tuve, si, monopatín, lo del skate llegó mucho mas tarde; me lo compraron mis padres en el verano de 1978 en Zarautz, concretamente en la tienda “Gerónimo”, germen de lo que después seria la internacional y exitosa marca Pukas. Como todo hijo de vecino, posteriormente también tuve mi Sancheski “Top”, más por envidia a un amigo que por necesidad, ya que tuve el privilegio de empezar a patinar con unas ruedas de Kryptonics de colores. Privilegios de veranear allí, poder acceder a material así y disfrutar en directo de los primeros que surfeaban sus olas y descendían a toda velocidad las cuestas de Aldapeta.
Un buen montón de años después, sobre el 2011, me encontré a Pedro Temboury y a Alfredo Prados en el parque del Oeste madrileño mientras hacían unas entrevistas, me hablaron de un proyecto que habían puesto en marcha unos meses antes y que me apasionó desde el primer momento. Se trataba de un documental que recogería los inicios del skate en España contado por sus protagonistas y documentado con material de la época. Ya tenía nombre, se llamaría MONOPATIN.
A Pedro le conocía desde hace mucho tiempo, de aventuras en común, algunas alrededor del inolvidable Jess Franco, y ya era fan de su personalísima obra. A Alfredo le profesaba una incontenible admiración por todo lo que estaba, y continua haciendo, por el Skate estatal desde su imprescindible pagina web www.40sk8.com. Con ambos había compartido sesiones de quema de ruedas de uretano y mantenido más de una entusiasta, cerveza en mano, conversación sobre olas y surf, otra de nuestras pasiones compartidas.
Me invitaron a participar, por cierto de nuevo ¡gracias!, en esta alucinante aventura que suponía el documental y hasta hoy; con la satisfacción de que se ha hecho un trabajo más que digno a golpe de corazón, con escasos medios y robando horas a los festivos o a la familia. Y es que se consiguió que estuvieran todos, desde el mítico RD (Ricardo Damborenea), a Jose Antonio “Caribbean” compartiendo sus recuerdos, pasando por pioneros de la talla de Francisco Burgos, Neme Rico, Javi Labad de la escuela vasca, el músico y campeón en 1978 Javier Corcobado, Mercedes Resino, los protagonistas de los inicios en Arenys de Munt como Joan Granell o Panko e incluso el testimonio de la familia Sánchez desde su factoría de sueños que es la fabrica Sancheski en Irún o imágenes de cracks internacionales como Lance Mountain o Christian Hosoi . Y todo centrado en los puntos donde todo empezó Madrid, Barcelona, La Kantera en Bilbao y esa inolvidable historia por todo lo que supuso, que es la de “El Sindi”.
Conocer el origen de las cosas ayuda a conocer el presente. MONOPATIN hace ese recorrido por el que esas tablas con ejes y ruedas, y sus pioneros, de manera inconsciente sembraron y abonaron el presente del skate. Personalmente me encanta ver a tanta gente patinando por las calles, me da igual que haya gente que lo tache de moda pasajera. Patinar es de las cosas más gratificantes que he hecho en mi vida y muchos de mis grandes amigos han salido de ese mundo. Pocas cosas me hacen mas feliz que compartir una sesión en un skate park con mi hijo Nicolás y me mantiene una sonrisa perenne que el pequeño de dos años, Carlitos, de momento, solo diga tres palabras : “Mama, papa, patín”... Larga vida al Monopatín!!
Publicado originalmente el nº 2 de la Revista Don www.revistadon.com